Hundidos en sus profundidades o perdidos en su inmensidad, la mar esconde muchos secretos que el ser humano anhela conocer. Pero también nos sirve para encontrar respuestas a través de la meditación, al convertirse en fuente de inspiración ante el cúmulo de dudas existenciales que se acumulan en nuestra mente.
Un día más está a punto de poner su punto final, la mar y el cielo se recrean con nuestra ilusiones brindándonos gratuitamente un espectáculo visual que no todos sabemos comprender. Ignoro que juega en su mente, pero este joven disfruta de una bella puesta de sol mientras en la lejanía se observa como una pequeña embarcación vuelve a puerto con otros pensamientos.
Cada uno representa su papel. En el reparto me tocó el de apretar el disparador.
Buenos días.